¿Café bueno o malo?, aprende a distinguirlo y a comprarlo
Lo primero es decir que no todos los cafés son iguales, no se fabrican de igual manera y tampoco afectan de igual manera a nuestra salud.
Las semillas del café tienen sustancias psicotrópicas que la planta usa como protección, la cafeína es un estimulante y su consumo habitual llevado al exceso puede ocasionar dependencia o síndrome de abstinencia cuando no se consume, si sobreestimulamos el organismo con un exceso de cafeína, el estres generado por dicho estimulante hará que segreguemos cortisol o la hormona del estres, que podemos imaginar que con semenjante pseudonimo no nos conviene en absoluto porque entre otros efectos hará que ganemos peso, el estres mantenido en el tiempo acaba deprimiendo el sistema inmunológico, y los taninos del café pueden ser contraproducentes si se tiene una baja absorción de hierro (esto suele pasar en personas que consumen dietas altas en gluten)
Pero como siempre pasa con casi todas las cosas de la vida, un manejo controlado de la cafeína y tomando la cantidad justa de café, esto es, siendo moderados en su consumo, el café nos aportará muchos beneficios a nuestra salud.
Es una bebida antioxidante que mejora el rendimiento cognitivo, el tiempo de reacción, tiene un efecto protector sobre el sistema cardiovascular, también puede protegernos del cáncer de hígado y puede ayudar a evitar el estreñimiento.