¿De donde se obtiene la glucosa que necesita el cerebro?
Es algo habitual oír que el combustible preferido por el corazón es la grasa pero que el cerebro funciona con glucosa. Sea esto cierto o no (todo es matizable), nuestro cuerpo es una máquina con un diseño probado durante largos siglos que ha demostrado ser muy eficiente y adaptable a las circunstancias ambientales en las que pueda verse implicada (hambrunas, ayunos …etc.).
Se dice que nuestro cerebro necesita aproximadamente 480 calorías de glucosa, de 600 a 800 calorías si pensamos en las que además necesitan el sistema nervioso e inmune. Pero en realidad la mayor parte de la glucosa que consumimos se destina a almacenarse en hígado y músculos en forma de glucógeno. La buena noticia es que no es necesario que la glucosa tenga un origen dietetético (y mucho menos en forma de dulces) sino que nuestro cuerpo va a producir la que necesite a través de varios mecanismos.
Lo primero a aclarar son las fuentes de glucosa. Cualquier carbohidrato, desde una lechuga a una cucharada de coco rallado, se metaboliza en forma de azúcares (glucosa, fructosa y fibra) por lo tanto a una dieta que contenga almidones (arroz, pseudocereales) verduras y frutas, no le va a faltar glucosa. Y en caso que un día no se consuman los suficientes para la actividad que desempeñes, primeramente se usaría el glucógeno que almacenas en hígado y músculo (glucogenolisis) y luego tu hígado producirá la glucosa que necesite a partir de aminoácidos.
Este proceso que usamos para producir glucosa se llama Gluconeogénesis y lo conseguimos transformando ácido pirúvico, ácido láctico, glicerol y aminoácidos glucogénicos en glucosa, es decir, convertimos proteínas y grasas (cetonas) en glucosa. Es un mecanismo protector ante una bajada del nivel de glucosa y no es exclusiva del hombre, animales y plantas, hongos, bacterias y otros microorganismos también lo usan.
Pero como ya hemos dicho nuestro cuerpo es una máquina eficaz y eficiente así que si el cerebro necesita glucosa y esta es escasa en ese momento los cuerpos cetónicos (astrocitos) también producen glucosa preservando la función neuronal sináptica y la estabilidad estructural. Esta es una vía neuroprotectora que se ha demostrado ayuda a mantener el metabolismo neuronal. Aún en períodos de semanas en los que no hay comida disponible, al cerebro no le falta glucosa y la metaboliza de cuerpos cetónicos (ácido acetoacético) y de ácidos grasos libres (beta–hidroxibutirato). Ni en estas extraordinarias situaciones el organismo permite que un órgano tan valioso como el cerebro se quede sin su combustible.
Entonces, ¿ cuál es el mejor combustible para mi cerebro?
El azúcar es una fuente anaeróbica de energía, que podemos manejar solo en pequeñas cantidades, cuando nos excedemos en su consumo y no la usamos al momento, se almacena en el tejido adiposo. La oxidación del azúcar implica daño oxidativo y genera la actividad de radicales libres que dañan los tejidos y aceleran el proceso de envejecimiento. Es complicado calcular la cantidad que necesitamos para nuestra actividad física, sabiendo que cada gramo de glucosa aporta solo 4 calorías donde la grasa aporta 9 y complica saber con cuanta cantidad se rellena el glucógeno de hígado y músculos sin pasarse para no almacenarla. Además el azúcar contiene una parte de fructosa que cada vez está más claro es una sustancia más perjudicial que beneficiosa para la salud (especialmente el hígado)
Las personas habituadas a usar glucosa como fuente principal de energía suelen tener cambios de humor y/o ánimo relacionados con la cantidad de glucosa que tengan en sangre. Esto lo saben muy bien los diabéticos cuyos primeros síntomas ante una hipoglucemia (bajo nivel de glucosa) son bajo nivel de energía y confusión mental. Además de la adicción que ciertos carbohidratos estimulan en nuestro cerebro, vivir bajo el mandato de la glucosa afecta a nuestra voluntad o capacidad de escoger un tipo de comida que sabemos más saludable frente a otro que simplemente nos guste más.
Usando grasa como principal fuente de energía, no hay estas desventajas, tu hígado procesa la cantidad que necesita de una manera continua y a demanda. La glucosa de tus almidones, verduras y frutas es suficiente para que tu cerebro funcione pero no se haga adicto a los dulces, ni necesites alimentarlo cada pocas horas.
9 comentarios
Me sigue paraciendo increible el funcionamiento del cuerpo humano. Los procesos tan complicados que hace pero lo sencillo que es alimentarlo bien.
Mientras se me enfria la cocolena que acabo de hacer para desayunar mañana (por cierto la corto en rodajas y le unto mantequilla Vrai), voy a preparar la cena a base de chuletas de pavo y gazpacho.
Ana, esta semana estoy midiendo la glucemia como me dijiste la ultima vez, ya te mandaré los datos pero te adelanto que la postprandial una y dos horas después de comer me está dando entre 96 y 111 mg/dl. Muy contento estoy. Besos.
Felicicidades Jesús con esos números no hay rastro de desorden metabólico alguno, hay que estar atento al % de la hemoglobina glicosilada en el análisis, que espero sea igual o menor de 6% y entonces la prueba de carga de glucosa no tiene sentido salvo capricho médico.
Si tuvieras la suerte de que tu máquina es compatible con el programa que usa tu médico sería interesante llevarle la máquina o un pdf con los resultados para que vea las tendencias (y también te felicite!!)
Disfruta la cena!! Bo proveito!!
Como siempre, interesantísimo.
Super interesante, Ana! Gracias por alimentar nuestra mente con información esencia!
Mi único problema con consumir pocos hidratos es que me baja muchísimo la libido… y en cuanto vuelvo a consumir mas se me va para el otro extremo , muy alta..
Pienso que quisas tenga alguna relacion con la tiroides (tengo antecedentes familiares) ???
Puede tener relación con la tiroides (baja producción) o con el cortisol. Fíjate que las hormonas sexuales (en algunos casos) decrecen cuando hay un excesivo consumo de hidratos es lo que suele pasar a los adolescentes obesos que tardan mucho en desarrollarse, apenas tienen vello corporal y mantienen voces infantiles más agudas.
De todas formas hablando de pocos o muchos hidratos no sabemos realmente de cuantos hablamos, y además el manejo de los hidratos no es el mismo para todas las personas. Entran factores ya no solo de actividad física o genética (enzimas), también el apego o las propias creencias (estar estresado genera cortisol y baja libido).
Si no necesitas perder peso, te mantienes activo y no hay otros problemas hormonales (vigila esa tiroides) aumenta la cantidad de hidratos hasta que te sientas cómodo (y feliz).
Cuando yo tenía unos 11 años, muy a menudo tenía acetona. Me ponía bastante mal, no podía comer, me daba fiebre. Solución: no podía comer nada de chocolate y tenía que tomar mucha azúcar, coca cola incluida. Me ocurrió durante un año largo, hasta que dejo de pasarme…. De mayor me han estado dando bajadas de azúcar enormes, de ponerme a vomitar y desmayarme. Deje de tomar azúcar en marzo, restringiendo cada vez más su consumo y de los carbos. No he vuelto a tener esos bajones, y a medida que me hago más paleo, noto que tengo más energía. ¿Por qué me pasaría lo de la acetona? Siempre me lo he preguntado. Mis análisis siempre dieron bien de glucosa, con algo de anemia y el colesterol bajo, que sólo me subió en el embarazo. Por cierto, lo de la libido a mi también me esta pasando…. Aunque lo achacaba a otras cosas.
"Ni en estas extraordinarias situaciones (semanas) el organismo permite que un órgano tan valioso como el cerebro se quede sin su combustible." osea que sabe que el cuerpo regula muy bien la necesidad de glucosa y es raro que le falte, pero ¿y lo contrario? una persona que come diariamente carbohidratos refinados, y añade productos azucarados ¿donde esta el estudio que analiza como le sienta eso al cerebro?.
A nivel físico el organismo ha de compensar excesos de glucosa enviando al torrente sanguineo minerales (hay deficiencias de cromo y cobre e interfiere en la absorcion de calcio y magnesio), con carencias de minerales también se ven reducidos el número de fagocitos del sistema inmune. Afecta a variaciones de insulina, y más cosas. Aun asi se fabrican toneladas y toneladas y no tiene ninguna importancia de debilite a la población.
Hola Ana, me gustan mucho tus artículos, mi pregunta es con tu permiso, qué pasa en el metabolismo de una persona que no tiene sobrepeso, pero que tampoco consume pan, pastas, arroz, harinas, y demás cosas procesadas? Siguiendo una dieta baja en carbohidratos, baja en grasa y moderada en proteínas, se pueden producir glucosa a través de aminoácidos y ácidos grasos? Cómo te aseguras de comer la suficiente grasa para producir esa energía que proporciona la glucosa?
Saludos!
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