Quieres ser una mujer más atractiva? Deja de preocuparte por tu peso

Mira la foto y, sin analizarlas demasiado, piensa cual de las 3 imágenes te resulta más atractiva:

Si de las 3 figuras has escogido la de la izquierda (especialmente si eres hombre) es que tienes un buen ojo. Lo que hace atractiva una figura femenina según el psicólogo Devendra Singh es una preferencia por la forma del cuerpo concretamente la relación entre el tamaño de la cintura de una mujer y el tamaño de sus caderas (1; 2)

Antes de la pubertad, niños y niñas muestran porcentajes de grasa similares. En la pubertad se produce un cambio, los hombres pierden la grasa de sus nalgas y muslos, mientras que la liberación de estrógeno en las niñas hace que depositen grasa en la parte inferior del tronco, sobre todo en caderas y muslos. De hecho, el volumen de grasa corporal en esta zona es un 40% mayor en las mujeres.

La relación o índice cintura-cadera (ICC) es similar para ambos sexos antes de la pubertad, y después el ICC de las mujeres es significativamente más bajo que en los hombres.

Según esta relación mujeres sanas y fértiles están entre 0,67 a 0,80, mientras que los hombres sanos tienen un ICC entre 0,85 a 0,95.

Lo que Singh descubrió en sus 12 estudios internacionales es que los hombres se sienten más atraídos por mujeres con un ICC de 0,70 que por mujeres con un ICC de 0,80, y estás como más atractivas que las mujeres tienen un ICC de 0,90.

Y que la vista no te engañe porque incluso hombres ciegos de nacimiento al evaluar las proporciones de distintos maniquíes prefirieron a los que tenían un ICC menor. (3)

Y por cierto, estas preferencias son independientes del tamaño de los senos (4).

La razón última que está detrás de esta preferencia, es que biológicamente estamos “diseñados” y destinados a reproducirnos y se ha descubierto que el ICC es un indicador preciso de la situación reproductiva de la mujer. Tener un ICC bajo es señal de juventud, salud y de no estar embarazada. (5). Mujeres con menores proporciones muestran una temprana actividad endocrina. Cuanto mayor es el ICC más dificultades para quedarse embarazadas.

Un estudio descubrió que las mujeres con un bajo ICC y (relativamente) pechos grandes, tenían niveles un 26% más altos de la hormona ovárica de estradiol (E2), que sirve de indicador de fertilidad y posibilidad de éxito en la búsqueda de embarazo. (6).

Pero y mucho más importante es que el ICC es también un indicador preciso del estado de salud a largo plazo de la persona, enfermedades como diabetes, hipertensión, ataques cardíacos, ictus y trastornos en la vesícula biliar han demostrado estar vinculadas con la distribución de la grasa, y en concreto con la tendencia a acumular grasa visceral y lo que ello implica. (6)

El éxito de mujeres como Kim Kardashian es una cuestión de porcentajes y no de kilos:

Otras curiosidades de peso

En las culturas donde la comida escasea como entre los bosquimanos de Australia, Kenia, Uganda y algunas partes del Ecuador, la gordura es señal de riqueza, salud, y de una nutrición adecuada. Los hombres prefieren a mujeres con más grasa corporal (7)

Lo mismo sucede cuando son tiempos económicos difíciles (8), cuando los hombres estudiados tienen hambre (9), y cuando se sienten pobres (10).

Donde la comida es abundante como en Estados Unidos y muchos países de Europa occidental, la relación se invierte, y más los ricos se distinguen por estar delgados (11).

Un estudio reveló que las mujeres al escoger la silueta femenina que según ellas escogerían los hombres entre 9 escogieron una más delgada que la media de la población. Los hombres sin embargo escogieron exactamente la figura media. (12) es decir, las mujeres piensan que los hombres quieren mujeres delgadas, pero lo cierto es que prefieren a mujeres sanas sin importarles su peso.

Moraleja: Quieres ser aún más atractiva? Perfecto!! Deja de preocuparte por tu peso. La salud es la belleza más perfecta.
Quieres estar sana? Perfecto!! Vigila y reduce, si es necesario, tu grasa visceral.

Referencias:

1. Adaptive significance of waist-to-hip ratio and female physical attractiveness. Journal of Personality and Social Psychology, , 65, 293–307 Singh 1993

2. Body weight, waist-to-hip ratio, breasts, and hips: Role in judgments of female attractiveness and desirability for relationships. Ethology and Sociobiology, 16, 483–507, Singh, D., & Young, R. K. (1995)

3. Blind men prefer a low waist-to-hip ratio. Evolution and Human Behavior, 31, 182–186. Karremans, J. C., Frankenhuis, W. E., & Arons, S. (2010).

4.  Eye tracking of men’s preferences for waist-to-hip ratio and breast size of women. Archives of Sexual Behavior, doi:10.1007/s10508-010-9601-8. Dixon, B. J., Grimshaw, G. M., Linklater,W. L., & Dixon,A. F. (2010).

5. Waist-to-hip ratio and female attractiveness: Evidence from photographic stimuli and methodological considerations. Personality and Individual Differences, 28, 501–513.Henss, R. (2000).

6. Large breasts and narrow waists indicate high reproductive potential in women. Proceedings of the Royal Society of London, B, 271, 1213–1217. Jasienska, G., Ziomkiewicz,A., Ellison, P. T., Lipson, S. F., & Thune, I. (2004).

7. Is beauty in the context-sensitive adaptations of the beholder? Shiwiar use of waist-to-hip ratio in assessments of female mate value. Evolution and Human Behavior, 25, 51–62.Sugiyama, L. (2004a).

8. Playboy playmate curves: Changes in facial and body feature preferences across social and economic conditions. Personality and Social Psychology Bulletin, 30, 1186–1197.Pettijohn, R. F., & Jungeberg, B. J. (2004).

9. Hungry people prefer more mature mates: A field test of the environmental security hypothesis. Journal of Social, Evolutionary, and Cultural Psychology, 3, 216–232.Pettijohn, T. F., II., Sacco, D. F., Jr., & Yerkes, M. J. (2009).

10. The symptoms of resource scarcity: Judgments of food and finances influence preferences for potential partners. Psychological Science, 16, 167–173. Nelson, L. D., & Morrison, E. L. (2005).

11. The evolution of human sexuality.Symons, D. (1979).

12. Body image, attitudes to weight, and misperceptions of figure preferences of the opposite sex: A comparison of men and women in two generations. Journal of Abnormal Psychology, 97,
342–345.Rozin, P., & Fallon, A. (1988).