Niños crudiveganos y nutrientes más importantes para su cerebro

El otro día enlacé un artículo del comidista que trataba sobre un niño crudivegano. En el artículo y el documental a que se refiere solo hablan de las posibles implicaciones que dicha dieta tendría (ya tiene) sobre la altura del niño, pero me parece más importante lo que no es tan fácil de medir: el desarrollo cerebral del niño.

Todos los nutrientes son importantes para la producción de células del sistema nervioso central (neurogénesis) y su desarrollo. El cerebro de un humano adulto contiene regiones donde se producen células de forma continua. Hay ciertos nutrientes que tienen un efecto más importante sobre la salud del cerebro. Son los siguientes:

Yodo

Su deficiencia es la causa más común de daño cerebral y es totalmente prevenible

Los trastornos asociados a su deficiencia incluyen retraso mental, hipotiroidismo, bocio..etc

La OMS estimaba en 2008 que más del 30 % de la población mundial ( 2.000 millones de personas aproximadamente) tenían una ingesta insuficiente de yodo y esto afecta en mayor medida a las personas que no consumen regularmente mariscos, pescado, algas o sal marina yodada.

Las dietas veganas, vegetales que se usan en abundancia como yuca o soja contienen sustancias goiterogenas que inhiben la absorción del yodo en la dieta. En este tipo de dietas la absorción de yodo y demás minerales necesarios para el desarrollo del cerebro también se ve afectada por los fitatos y otros antinutrientes siendo estos más fáciles de absorber de mariscos, pescados y algas (biodisponibilidad)

DHA (Ácido docosahexaenoico)

Su deficiencia se asocia a cambios en la función cerebral como alteraciones en el aprendizaje y la memoria, respuestas auditivas y olfativas a estímulos, reducción en el tamaño de las neuronas , cambios en los niveles de factor de crecimiento nervioso, migración celular retrasado en el desarrollo cerebro, y aumento de depresión y/o comportamiento agresivo

Una malnutrición fetal resulta en retraso del crecimiento intrauterino y posteriores discapacidades cognitivas. El DHA es sumamente importante en la dieta de las mujeres embarazas, las que quieran estarlo y en las madres lactantes.

Ácido araquidónico (AA)

Precursor de diferentes endocannabinoides y eicosanoides importantes en el equilibrio de la función cerebral

Hierro

Una deficiencia muy común pero que puede alterar procesos metabólicos y cambiar el funcionamiento cognitivo y conductual.

Cobre

Su deficiencia altera, en particular, el desarrollo del cerebelo provocando efectos a largo plazo sobre la función motora, equilibrio y coordinación.

Manganeso

Su deficiencia puede aumentar la susceptibilidad a las convulsiones y alteración de la actividad neuronal

Selenio

Implicado en el metabolismo de las hormonas tiroideas tiene efectos sobre el desarrollo del cerebro y el comportamiento humano, deficiencias resultan en menor funcion cognitiva

Ácido fólico (vitB9) y Colina

Implicados en el metabolismo del carbono, metilación del ADN y la síntesis de neurotransmisores deficiencias graves producen trastornos neurológicos como depresión y deterioro cognitivo.

Zinc

Su deficiencia altera la regulación del sistema nervioso. Una deficiencia severa durante el embarazo puede provocar malformaciones cerebrales fetales.

Vitamina A

Es particularmente importante durante períodos de crecimiento rápido (embarazo, infancia..etc) para la diferenciación de las neuronas, desarrollo de la memoria y percepción visual.

Vitamina B12

Una deficiencia se asocia a daños en la función cognitiva.

Lo habitual es que no seamos deficientes en un solo nutriente, sino que una dieta deficiente resulte en varias restricciones de nutrientes a diferentes niveles, ya que los nutrientes no funcionan de manera aislada y menos cuando los ingerimos en alimentos sin usar suplementación.

Dietas en las que se incluyan todos los nutrientes que se han nombrado son imprescindibles para la prevención de enfermedades que atacan al cerebro. Y no hay que descuidar que parte de la carga nutricional implica una nutrición óptima durante el embarazo, lactancia y en los recién nacidos. Nuestra dieta, estilo de vida y medio ambiente no solo nos afectan como individuos también son determinantes en la salud de los hijos y posiblemente en la de los nietos.

Referencias:

Barker, D.J., 2004. The developmental origins of chronic adult disease. Acta Paediatrica 93, 26–33.

Benton, D., 2008. Micronutrient status, cognition and behavioral problems in childhood. European Journal of Nutrition 47 (supplement 3), 38–50.

(http://www.centreformentalhealth.org.uk/pdfs/Economic_and_social_costs_2010.pdf)

de Benoist, B., McLean, E., Andersson, M., Rogers, L., 2008. Iodine deficiency in 2007: global progress since 2003. Food and Nutrition Bulletin 29, 195–202.

Bioactive Food as Dietary Interventions for the Aging Population: Bioactive Foods in Chronic Disease States