El más infeliz de los placeres, adicción a comer

El otro día leía un artículo publicado en The Atlantic escrito por Robert H. Lustig que para el que no le conozca es un neuroendocrinólogo pediátrico y profesor de pediatría en la Universidad de California, su conferencia en 2009 acerca de la verdad sobre el azúcar levantó mucho revuelo porque ha sido de los pocos en advertirnos sobre el problema de salud que significa el tipo de comida que hoy en día consumimos y que está ligada a las epidemias de obesidad y diabetes que sufre nuestra sociedad y en especial los niños. Algo que debemos tener muy presente en España que ya tenemos el logro de contar con los niños más gordos del planeta.

Lustig asocia el azúcar y los alimentos dulces a las drogas tóxicas y por ende a la búsqueda de placer a través de la comida y como esto puede ser una de las causas de obesidad. Comparando la adicción al azúcar con la adicción a la heroína y cocaína, dice que el azúcar es aún más aditivo para el cerebro. Y se pregunta como una sustancia que parece tan inocente, deliciosa y atractiva puede estar ocasionando tantos problemas.

ante todo mucha calma

El centro de nuestro cerebro es llamado núcleo accumbens es un grupo de neuronas y se piensa que tiene un papel importante en la recompensa, la risa, el placer, la adicción y el miedo. En 2003 se probó un fármaco contra la obesidad llamado Rimonabant que eliminaba el placer que sentían las personas al comer, en 2007 tuvieron que retirarlo porque era efectivo, las personas que lo tomaban perdían interés por la comida, y sin apetito perdían kilos, pero les conducía a depresiones y muchos se suicidaron. Tal como dice Lustig: apaga el placer apaga la vida.

Por otra parte estimular demasiado el centro del placer lleva a la adicción, y adivina cual es la sustancia que más a mano tenemos para proporcionar placer: el azúcar.

Cuando consumes sustancias adictivas que te proporcionan placer el núcleo accumbens recibe una señal de liberar dopamina, sientes placer y quieres consumir más, entonces entra en efecto la tolerancia y es que cuanto más consumes la señal se va haciendo más débil y necesitas cada vez más cantidad para conseguir el efecto que obtenías al principio. Si retiras la sustancia sientes abstinencia y al volver a tomarla las sensaciones placenteras son mayores, a esto se llama recompensa. Entrar en el círculo tolerancia – recompensa te hace adicto.

dime que comes

El que las personas obesas sean infelices no se sabe si es causa o consecuencia de su obesidad, puede que ambas. La serotonina se usa en tratamiento de la obesidad, formada por un aminoácido llamado triptofano si estás triste necesitarás aumentar la cantidad de serotonina y consumir azúcares facilita el transporte de triptófano, y genera una respuesta de dopamina y placer a corto plazo.

A medida que la señal de dopamina adquiere tolerancia y baja, necesitas más azúcar para el mismo efecto, resultando un círculo vicioso de consumo para generar placer. Placer y felicidad entonces serían términos opuestos.

Placer alimento

Y la industria lo sabe Cocacola vende felicidad a raudales y ya no se corta en convertir su marca en simil de felicidad. Pero en un mundo donde niños consumen cocacola, obesidad, diabetes tipo 2, hipertensión, enfermedades cardíacas, cáncer, y las tasas de demencia se siguen disparando debido a nuestro consumo excesivo de azúcar.

Quizás debemos buscar no placer sino felicidad, y en mi caso cocinar me produce más placer que comer, compartir una comida hace que me sepa más rica que comerla sola, una vez superada la adicción al azúcar ya no buscas placeres rápidos.

al final todo bien

Y mientras no se me ocurre otra manera de presentar los menús ahí van unas cuantas ideas en forma de fotos. Las veo no se que siento realmente ¿placer o felicidad?

6 comentarios

  1. Hay que comer para vivir, no vivir para comer.

    Uno de los problemas es que estamos demasiado acostumbrados a unos sabores concretos para sustituirlos por otros diferentes, por ejemplo, la harina refinada sabe mejor que la de trigo sarraceno… Nos sabe mejor, por que estamos acostumbrados a su sabor.

    Comentario por Piedra el 24 febrero, 2012 a las 22:20

  2. Uy yo no creo que sepa mejor, la refinada en teoría tiene menos sabor porque le quitan aquello que le da sabor dejando solo el almidón (dulce), pero nos tienen atrofiado el paladar con tanto dulce desde los primeros potitos hasta el día de hoy.

    Me ha quedado rara la redacción de este artículo, habrá que revisarlo : /

    Buen fin de semana!!!!!!!!

    Comentario por Ana Muñiz el 25 febrero, 2012 a las 02:15

  3. De rara nada que se entiende muy bien, al menos yo …. Es verdad, era increíble cómo devoraba antes unas galletas de chocolate ….. y la cola, ni te cuento. Ahora es imposible meter un sorbo en la boca, ¡¡ qué asco!!

    Nosotros aquí a comer bien y tú cuidando de que así sea. Vaya platito de pasta rico, eh? Alguien tendrá que darte un curso express de audiovisuales!! Es broma seguro que dentro de poco vemos las recetas …… Un besito grande para todos y buen finde!!

    Pd: gracias por los ánimos, esto parece que va mejorando ….

    Comentario por Encarni el 25 febrero, 2012 a las 10:03

  4. Respecto al final te diré que algunos/algunas vivimos solos, y tenemos que ser felices y experimentar placer (también exisistimos). Yo me guiso mi comida y la disfruto luego y esta igual de bien que si la comparto.

    Comentario por dani el 25 febrero, 2012 a las 20:14

  5. hace tiempo que me cuestionaba si era adicta al azucar… con lo que contas me doy cuenta que si y estoy un poco deprimida por estar tan sobre peso en estos momentos. tratare de tener diciplina en mi alimentacion y seguiré tu blog esta muy interesante, claro . Saludos

    Comentario por Silvia el 3 febrero, 2013 a las 18:35

  6. Ánimo Silvia, desengancharse no es tan complicado.

    Comentario por megustaestarbien el 3 febrero, 2013 a las 21:24

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