Cortisol y sus efectos sobre la grasa visceral
El cortisol es una hormona secretada por las glándulas suprarrenales, es la llamada “hormona del estrés” y participa en numerosas funciones como el metabolismo de la glucosa y regula la cantidad de azúcar en sangre. Regula la de presión arterial. Activa la liberación de insulina. Actúa sobre el sistema inmunitario y la respuesta inflamatoria de las células.
Como todas las hormonas un poco de cortisol tiene efectos positivos, es la encargada de dar la orden para poner todos los sistemas en funcionamiento cuando nos despertamos, por eso los niveles son más altos en la mañana (efecto alba en diabéticos), y teóricamente más bajos por la noche, salvo en personas con depresión cuyos niveles son prácticamente iguales por la mañana que por la noche. Cuando secretamos cortisol esporádicamente mejoramos la memoria, se activan las defensas, hay menos sensibilidad al dolor y un aporte extra de energía. Es responsable de la regulación de combustible y se libera al hacer ejercicio, comer, al despertar, y ante estrés psicosocial.
Cuando el momento de estrés termina, el cuerpo se relaja, pero si no hay esa relajación y el estrés se mantiene durante algunas horas continuadamente los efectos pasan a ser negativos y pueden afectar no solo al cerebro y las funciones cognitivas (aturdimiento, lentitud) sino también a la tiroides, aumenta la glucosa en sangre, presión arterial, sistema inmunitario, creación de nuevos tejidos celulares, disminuye la densidad ósea, cicatrización..etc. Digamos que hay una ralentización de los sistemas por agotamiento y exceso de alerta.
Y para colmo engorda
El cortisol se segrega en momentos de peligro o alarma, cuando el cuerpo necesita un extra de energía para defenderse o huir, en presencia de altas dosis de cortisol se envía una señal al hígado para que ponga en circulación glucosa como combustible rápido que usará para enfrentarse al peligro, si no hay tal peligro, la glucosa no se gasta y se mantiene en la sangre alta por más tiempo aunque la persona esté en ayunas. Se agotan las reservas de glucosa en el hígado y se usa la glucosa del tejido múscular, y tu cerebro demanda más ingesta de energía, es entonces cuando comes rápido y mal, porque lo que te va a apetecer es energía rápida en forma de azúcares o carbohidratos de rápida asimilación.
Y también sucede al revés, y la ingesta de glucosa amplifica la respuesta del cortisol al estrés psicosocial. En un estudio 37 chicos ayunaron durante 8 horas y luego se dividieron en 4 grupos a los que se dio glucosa, proteínas, grasas o agua antes de someterlos a una prueba de esfuerzo. Midieron la glucosa en sangre antes y después y también el cortisol generado después de la prueba. Y la diferencia en el resultado salta a la vista los del grupo que tomaron glucosa tenían mucha más cantidad de cortisol que los participantes de los otros 3 grupos.
Cuando se acumula grasa en presencia de cortisol es grasa visceral (rodea las vísceras) para facilitar la movilización ya que en esas zonas los vasos sanguíneos son mayores y se echaría mano de ella más rápidamente. Este tipo de obesidad está relacionada con el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo II y enfermedades cerebrovasculares.
La respuesta al cortisol depende de cada individuo, no todos respondemos en igual grado ante la misma situación. El cortisol también influye indirectamente en el apetito mediante la regulación de otras sustancias químicas que se liberan durante el estrés como la CRH (hormona liberadora de corticotropina), leptina y el neuropéptido Y (NPY)
Lo que se aconseja es que además de comer bien y descansar lo suficiente y hacer algo de ejercicio al aire libre, si es posible, se debería incluir algún método para el manejo del estrés en aquellas personas que tengan el cortisol elevado. Mantener una dieta que no incremente la glucosa elevada, evitará que los picos de cortisol sean mayores con lo que también se evitarían las consecuencias negativas de la hormona.
Y ahora que has terminado de leer esto, relájate: respira hondo, y cuenta hasta 10 mientras te estiras (brazos y piernas)todo lo que puedas. ¿A que ya te encuentras mucho mejor?
7 comentarios
Otro factor importantísimo que controlar, el emocional, para que no nos llevé a situaciones demasiado estresantes. Aunque en su justa medida es cómo una droga placentera, gratuita y sin efectos secundarios.
Ana gracias por la información, como te comentaba mi nivel de estres y grasa en la barriga han ido a la par, como muy rápido y a deshoras. Me apetecen dulces y da igual cuantos tome siempre me parecen pocos, apenas soy capaz de dormir y levo esta semana completa con un tic en el ojo, voy a intentar hacer lo que me has dicho en el email y anotar las horas cuando me apetecen esos dulces a ver si encontramos una pauta que pueda romper. Muchas gracias por tu tiempo y ser tan comprensiva, hoy no he puesto la tele para desayunar puse mi cd favorito y he comido mas despacio. Un beso muy grande
No se donde había leído que jamás se debe comer enfadado o nervioso que en esos casos es mejor no comer hasta que uno se calme.
Buen post
Buen dia. Una pregunta Ana, dsde tu punto de vista, es negativo combinar un poco de fruta con las comidas? Osea la proteina, por ejemplo unn dia cene camarones con coco fresco revuelto, o despues. Del desayuno me como un pedacito de coco, o manzana o un punio de bayas, como zarzamoras, moras azules etc, como tipo postre, deberia dejar las frutas en otro momento sin combinarlla con proyeina? Cual es tu opinion??? Saludos y te sigo leyendo….
La cabeza tiene su parte de razón… no lo dudes. Quizás hay que ir a la par, controlando la cabeza para poder controlar lo que comemos, pero siempre hay trucos, apoyar el tenedor entre bocados, beber un vaso de agua antes de comer, eliminar ruidos que nos distraigan etc.
Claudia aunque todos los ejemplos que has dado son frutas no todos son iguales, el coco tiene muy poca carga glucémica, se puede combinar perfectamente con cualquier comida, la manzana en cambio según la variedad puede ser muy azucarada (golden) o amarga/ácida que son las variedades de las que luego se hace sidras o vinagres.
A mi me encanta la fruta pero he reducido muchísimo su consumo por las implicaciones que parece tener la fructosa en el desarrollo de hígado graso no alcohólico. Y me parece que es más la cantidad de azúcares que lleve que cuando se tomen, aunque si tomamos azúcares es siempre mejor no tomarlos por ejemplo con grasas, con las proteínas no dan mayor problema. Resumiendo fruta poca y mejor si es poco dulce, lo estás haciendo bien en ese sentido. Un beso de este lado del charco!!
Leí esta info. porque tomo corticoides, y he subido mucho de peso… Esa grasa, que llaman visceral, se quema como cualquier otra? con cardio?…
Saludos.
Es difícil mientras persistan las condiciones y la medicación, lo suyo sería medir la vitamina D3, si está baja suplementar y así se podría usar menos medicación. Más proteína y menos hidratos también ayudan. Cardio? No sirve
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