Sopa fresca de inspiración oriental con algas y huevo
Con esta receta vamos a intentar satisfacer varias peticiones de una sola vez (sopa, receta de algas, lino y de inspiración oriental), además ahora que estamos bajo una ola de frío nos va a venir muy bien para tomar algo calentito al llegar a casa.
Además me gustaría dedicarla a todas aquellas personas que viven lejos del mar y añoran su olor y su sabor. Con esta sopa acercamos un poquito del océano Atlántico a nuestra mesa.
Las algas que he usado se llaman “espagueti de mar“, son muy comunes en la costa atlántica, pero se puede usar otro tipo de alga, estas me gustan porque en el plato una vez hidratadas dan sensación de estar comiendo judías.
Ingredientes para 2 personas: Agua 1 litro aproximadamente 1 cucharada de manteca de cerdo (o medio litro de caldo) 20g de algas 2 cucharadas soperas de lino dorado 1 cucharada de almendras trituradas 1 huevo batido 1 limón
Tiempo: 30 minutos.
Así se hace:
Primero ponemos a hervir el agua con la cucharada de manteca, va a darle un sabor fuerte a la sopa, si prefieres un sabor más suave usa un caldo de pollo .
Cuando comience a hervir añádele el lino y las algas cortadas en trozos ayúdate de una tijera de cocina para cortarlas.
Baja el fuego y deja que se hagan al menos 30 minutos pero a los 15 minutos échale la almendra triturada y un buen chorro de zumo de limón.
Mientras esperas bate el huevo.
El verdadero truco de esta receta (además de buenos ingredientes) es batir el huevo muy bien para que al echarlo al agua nos quede suelto, lo conseguimos si dejamos caer el huevo en el agua poco a poco, en forma de “hilillos” y a la vez vamos dando vueltas para que se deshaga.
Retira del fuego y a degustar!!
Si te has fijado no he usado sal porque no es necesario, las algas son saladas, quizás demasiado si no estás acostumbrado así que comienza poco a poco, en vez de usar 20 gramos usa la mitad y añade calabacín o alguna otra verdura en su lugar.
Y si te pasa como a mí y el que viene a comer no es amante de las sopas orientales, usa la batidora, mezclalo todo y así no habrá problemas de cultura culinaria en la mesa.
Con esta sopa además de la fibra soluble del lino, estamos añadiendo una dosis importante de hierro, magnesio, calcio y potasio, sin olvidarnos del yodo, tan necesario para una salud óptima. Las algas son también bajas en carbohidratos porque la mayor parte de estos son fibra. Las propiedades nutricionales de las algas son demasiado interesantes como para darles la espalda por no saber como usarlas, ¿no te parece?
4 comentarios
Hola Ana
He visto en la entrada anterior un comentario de Elena V que padece rosácea.
Yo la sufro desde hace unos 5 años, en un principio la combatía con los antibióticos, que mejoran la piel durante un tiempo pero no curan y tienes que volver a tomarlos, en mi caso cada invierno que es cuando la enfermedad reaparecía.
Hace unos 2 años empecé a seguir la dieta paleo y he mejorado bastante, no he vuelto a tomar antibióticos porque el escozor y el picor han desaparecido, aún se me enrojecen las mejillas en invierno cuando entro en sitios con la calefaccíon muy alta, pero encontré una crema que lo disimula. No tomo suplementos pero tengo la suerte de vivir en Cádiz y disfrutar del sol todo el año.
Desde mi experiencia tantos años de mala alimentación me han llevado a desarrollar esta enfermedad. Le deseo suerte a Elena V porque la rosácea es una auténtica tortura.
Saludos
Ana,
La hice este fin de semana con alga Dulse y no veas qué buena salió!!! Tengo que probar también con Kombu, para ver la diferencia de sabor pero llevamos dos días entonándonos el cuerpo con la sopa para cenar. Gracias!!
@María Jesús Una idea, varía el lino (que puede quedar duro) y échale trigo sarraceno, quinoa, amaranto o arroz. O todo junto!!!
Prontito pongo más recetas de algas y más información que no sabemos nada de ellas con lo buenas que son.
Besote grande.
Puajjjjj, !Qué asco!. Tu marido estará contento contigo si le obligas a comerse ese marrón.
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