Antibióticos, flora bacteriana y niños.

Para Lorena

Como en este mundo no hay nada totalmente bueno o malo con las bacterias sucede igual, hay algunas que son imprescindibles para la vida y otras que nos atacan de mala manera, y como siempre cuidar de las buenas y mantener a raya las malas es sinónimo de salud.

Pero a veces las bacterias malas le ganan el pulso a las buenas y cuando nuestro sistema inmunitario no puede hacerles frente por si solo recurrimos a antibióticos que matan bacterias, muchas veces sin discriminar si son beneficiosas para nuestro organismo o no.

Cuando un niño nace no tiene flora bacteriana en su intestino y su sistema inmunitario, que está ubicado en un 80% en el intestino, comienza a formarse a partir del de la madre y más adelante con las  bífidobacterias de la leche materna.

Si los antibióticos son la solución para todas las infecciones y los tomamos alegremente, no solo conseguiremos que las bacterias aprendan a sobrevivir en su presencia, sino que también les haremos resistentes y con ello pierden efectividad. Esto es algo ampliamente conocido y estudiado pero, ¿y si problemas como el asma, obesidad y diabetes pudieran tener su origen en el uso de antibióticos?

dr martin blaser

Eso es lo que plantea el Dr. Martin Blaser de la universidad de NYC, diciendo que la toma de antibióticos en la infancia puede tener consecuencias a largo plazo. Y es que un niño del primer mundo recibe una media de 10 a 20 tratamientos con antibióticos antes de cumplir los 18 años y se está estudiando la relación en proporción directa entre problemas intestinales o digestivos y el número de tratamientos antibioticos a los que está sometida la persona en su infancia o adolescencia, porque siempre se ha creído que la flora se regeneraba pero Blaser cree que pueden quedar secuelas de las alteraciones en la flora bacteriana que facilitan contraer otras enfermedades que luego cronifican.

Un ejemplo es el Helicobacter pylori microbio dominante en los estómagos de casi todas las personas durante el siglo XX que ahora se encuentra en menos del 6% de los niños en los Estados Unidos, Suecia y Alemania, quizás sea debido a evoluciones en el medio ambiente pero un ciclo único de amoxicilina también pueden erradicarlo en el 20-50% de los casos y este microbio está implicado en la regulación de leptina y grelina, su desaparición conlleva un aumento en el reflujo gástrico entre otras consecuencias y quienes no tienen este microbio pueden ser  más propensos a desarrollar asma, fiebre del heno o alergias en la piel.

En la parte de la alimentación hay que estar alerta al uso (legal) de antibióticos en ganadería o acuicultura, ya sea para prevenir infecciones o como medida para que los animales ganen peso con la misma cantidad de comida.

Nadie está diciendo que no se usen antibióticos pero su uso debe ser racional y muy cuidadoso en embarazadas y niños, haciéndolo solo en casos necesarios y con un antibiotico específico (después de haber analizado la bacteria) y nunca de amplio espectro o mucho menos para infecciones víricas.

Lo que cada día está más claro es que necesitamos tener un sistema inmune fuerte y resistente, siempre se ha hablado de cuidar el corazón, pulmones, huesos o articulaciones y poca atención ha recibido el intestino que es realmente donde se genera nuestra salud a través de la absorción de nutrientes y donde se atacan la mayor parte de bacterias no beneficiosas. Cuida tu intestino y cuidarás tu inmunidad.

Más información:

Antibiotic overuse: Stop the killing of beneficial bacteria

9 comentarios

  1. ¿Sólo asma, obesidad y diabetes?: añade cáncer (réplica o por favor mareemos la perdiz).

    Haced lo que queráis, pero mientras no sea fúngico con vitamina C y vitamina D se soluciona casi todo.

    Un saludo.

    Comentario por Andrés el 9 febrero, 2012 a las 15:30

  2. Asma obesidad y diabetes tipo 1 son las que están estudiando en el grupo de Blaser, pero ¿podríamos decir que el cáncer es un "tipo de infección" más? ¿?¿?

    Siento no estar de acuerdo en ver las vitaminas como moléculas mágicas, lo primero es tener una buena flora intestinal, no atacarla y mucho menos arrasarla con antibióticos al primer estornudo. Porque será nuestra inmunidad que cuidamos, lo que usará las vitaminas para defendernos.

    Que friiiiiño fai!!

    Comentario por Ana Muñiz el 9 febrero, 2012 a las 16:40

  3. Entonces, no lo entiendo, el helicobacter es beneficioso? Pues yo pensaba que era el culpable de las gastritis, ulceras y en ultima instancia del cáncer de estomago…

    Comentario por Laurita el 9 febrero, 2012 a las 18:28

  4. Hola. Todos estos comentarios me dan pie a explicar mi situación actual. Tengo rosacea desde hace unos años, caída de pelo, graso también, granitos por espalda, escote y cuero cabelludo, desmatitis seborreica… en fin una piel de lujo. Ha mejorado con la dieta, vitamina D y omega 3. Pero la mejoría es espectacular si tomo antibióticos, de esos específicos para la piel que te metes durante dos o tres meses… Recurro a ellos cuando la cosa se pone muy fea y ya no por el aspecto sino por el picor y escozor terrible.

    Bien, pues empecé a tomar vitamina C hace unas tres semanas, más o menos un gramo (es en polvo) con bicarbonato. El resultado es que los granitos están desapareciendo, no sé si lo harán del todo, y el pelo ya no está graso. En cuanto a la rosacea y dermatitis no veo cambios sustanciales (decir que influye mucho el estado emocional y ese ahora no está muy bollante). Leyendo a Andrés por aquí y por allá… y ahora este artículo de Ana podría aumentar la dosis y que haga el efecto del antibiótico ¿qué os parece? ¿hasta cuanto?

    Comentario por Elena V el 10 febrero, 2012 a las 01:11

  5. @Laurita No se sabe a ciencia cierta, cuando se descubrió la penicilina hubo una guerra a todas las bacterias se creyó que eran malas, pero poco a poco se está viendo que algunas, determinadas cepas y en colonias controladas no tienen porqué ser causantes de enfermedad y nos protegen. Lo mismo está sucediendo con la cándida.

    Wikipedia: El cáncer gástrico y el linfoma de MALT (linfoma de la mucosa asociada al tejido linfoide) han sido relacionados con H. pylori, por lo que esta bacteria ha sido clasificada dentro del grupo I de carcinógenos por la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer. Mientras que la asociación de estas enfermedades con H. pylori está apoyada por sospechas razonables, no está totalmente claro que haya una relación causal involucrada.

    La tasa de infección por H. pylori ha ido decreciendo en países desarrollados, presuntamente debido a las mejoras en la higiene y al incremento del uso de antibióticos. En consecuencia, la incidencia de cáncer de estómago en los Estados Unidos ha descendido en un 80 por ciento durante el periodo entre 1900 y 2000. No obstante, se ha visto un drástico incremento —en este mismo periodo— de ciertas enfermedades relacionadas con el reflujo gastroesofágico y el cáncer de esófago.

    Comentario por Ana Muñiz el 10 febrero, 2012 a las 16:06

  6. Ana, gracias por la aclaración! Desconocía esta información acerca el cáncer de esófago.

    Yo padezco el dichoso Helicobacter (como tanta gente que no lo sabe por que no tiene síntomas), y en mi caso lo averigüé por que tenia algunas molestias estomacales y me hice una analítica. Me recetaron un inhibidor de la bomba de protones para la acidez, y no antibióticos por que por lo visto esta bacteria es muy resistente a ellos y es un tratamiento agresivo con poco resultado. De momento no me estoy tomando la medicación, tiene muchos efectos secundarios. Con algunos cambios en la dieta, tipo mas verdura, ensaladas antes de cada comida, infusiones de jengibre, etc he mejorado bastante. He aquí otro ejemplo de como la dieta por si sola actúa igual o mejor que cualquier medicamento…

    Comentario por Laurita el 10 febrero, 2012 a las 17:46

  7. @Ana Muñiz: Pues parece que hay indicios de que sí, de que están implicados virus y hongos… Las vitaminas D y C en vez de antibióticos exactamente por lo que tú dices: será nuestra inmunidad que cuidamos, lo que usará las vitaminas para defendernos.

    @Elena V: Por probar no pierdes nada… Si los antibióticos eran antbacterianos, no antifúngicos, es previsible que recargarle las pilas a tu sistema inmune con vitamina C funcione. ¿Hasta dónde?: con vitamina C la respuesta es sencilla: aumenta hasta que haga efecto. Por ejemplo Ana Suárez con 4g/día ya no tiene granitos, yo con 3g/día ya no tengo acné.

    A este paso voy a meter los muebles en la chimenea…

    Un abrazo.

    Comentario por Andrés el 10 febrero, 2012 a las 23:02

  8. @Elena hasta 2g diarios no deberías notar ninguna molestia de ahí en adelante lo que tu cuerpo admita/metabolice, vigila molestias en el estómago o diarrea como señal de que te estás pasando. Y el tiempo de duración dependerá de como tu organismo lo asimile y además de lo que pretendas conseguir, varía la dosis según consumas o no alimentos vegetales ricos en vitamina C.

    @Laurita El inhibidor supongo que es un antiácido tipo omeprazol o similar, mi padre lo tomaba pero interfería en la producción de leucocitos (con los historiales médicos de mis padres podría hacerme la carrera médica) ahora para tratar la acidez probamos zumo de limón y jengibre antes de comer, cuidado con la metabolización del calcio y la B12, controla en los análisis que no se vean tocadas y añade mucho estragón, eneldo, laurel, tomillo, romero, mejorana, hinojo y comino a los platos, lo picantes mejor lejos. El café no pero el te sí, mejor desteinado.

    Opino como tu, los medicamentos tienen un poder limitado si no se acompañan de una buena dieta, cambiar los hábitos alimenticios hace que no tengas que depender tanto de ellos (afortunadamente) porque estos no tienen efectos secundarios.

    Comentario por Ana Muñiz el 11 febrero, 2012 a las 01:02

  9. Muchas gracias de nuevo Ana.

    Comentario por Lorena el 15 febrero, 2012 a las 12:16

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